El diseñador gallego Manuel Bolaño asegura que vendió Kosu Nuno hace un año, pero consta aún como administrador
La marca de moda Caramelo será propiedad de la sociedad Kosu Nuno tan pronto el juez diga que la adjudicación es firme. A estas alturas, después de dos años pujando por la firma, nadie se atreve a decir que esta vez es la buena y que la enseña de moda gallega resucitará en el mercado de la mano de un inversor, también gallego, que se niega a revelar su identidad hasta que el juzgado dé carpetazo al asunto.
La abogada de Kosu Nuno, Carmen Torrón, asegura que ya está toda la maquinaria en marcha para lanzar la primera colección de la nueva Caramelo, que tendrá una directora creativa trabajando en los diseños.
Pero ¿quién es Kosu Nuno? Nadie en el textil gallego lo sabe. Los empresarios más activos del sector aseguran no tener ni idea de quién puede estar tras una sociedad que actualmente carece de actividad conocida y que va a pagar 600.000 euros para quedarse con Caramelo (500.000 euros es su puja, a la que tiene que sumar el 21 % de IVA).
«No tiene que ser alguien del mundo de la moda, necesariamente. Con una marca y un equipo creativo se puede montar un negocio sin necesidad de tener fabrica, externalizando todo», explican los expertos textiles.
Yendo al Registro Mercantil, Kosu Nuno figura como una sociedad con sede en Barcelona, y cuyo administrador único es Manuel Bolaño, un diseñador de origen gallego instalado desde hace años en la Ciudad Condal.
Esto es así a efectos de registro, porque en realidad Bolaño vendió esta sociedad hace ahora un año, tal y como él mismo ha confirmado, negando la más mínima vinculación con esta marca en la actualidad.
Escrituras de venta
¿Por qué sigue figurando como administrador un año después? Fuentes próximas al diseñador aseguran desconocer por qué el nuevo dueño no ha registrado a su nombre la sociedad, y aclaran que existen escrituras de la venta por un importe que no han querido revelar. En cualquier caso, «una cantidad muy pequeña», dicen. Pero ¿a quién vendió Bolaño Kosu Nuno? La respuesta sigue siendo una incógnita, ya que a efectos notariales solo consta el nombre de la representación legal de la firma adquirida.
Expertos en derecho mercantil explican que el comprador de una sociedad no está obligado a hacer pública en el registro su participación, es decir, no es necesario consignar el nombre del nuevo dueño, pero sí el de la persona o personas encargadas de administrar la sociedad, algo de lo que la abogada de Kosu Nuno disiente, al asegurar que no es necesario hacerlo.
Torrón, que ayer envió un escrito al juez concursal para aclarar si cabe recurso o no a la resolución que deja Caramelo en manos de Kosu Nuno, asegura que el nombre del inversor se revelará en el momento en que su cliente tenga toda la seguridad jurídica de la propiedad adquirida.
Fuentes del proceso aclararon ayer a La Voz que sí cabe posibilidad de recurso al auto que esta misma semana desestimaba las protestas de Postquam Cosmetics y Dorrego (dos de las cinco empresas que pujaron en la subasta), pero aclararon que el proceso además de caro (en caso de que el demandante pierda deberá de pagar las costas) sería largo, lo que repercutiría negativamente en el valor de la marca Caramelo, que lleva ya más de dos años fuera del mercado.
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