Verino, el conquistador


ROBERTO Verino cae bien. Desde hace años cae bien. No diseña su forma de ser, la deja fluir, caer, ceñirse, enriquecerse con los que la miran mientras él se encarga de incluir seda, algodón, paño, color blanco, azul o negro para combinar el cuadro de la normalidad con su pasión al luchador Viriato ante la invasión romana. Camina seguro, la sonrisa puesta y aire discreto que, como un imán, obliga a  mirarle. En su forma de hacer triunfa la conocida frase de "menos es más", como contenido de buen arquitecto, que es lo que le hubiera gustado ser. Sin serlo hace escuela al minimalismo y a la arquitectura moderna poniendo la Marca España con sello de una Galicia moderna que perdura en los armarios oliendo a champán del París de sus estudios de Bellas Artes.

Si entre los diseñadores españoles hay alguien que no pierde el tiempo en francachelas es este gallego de Ourense que se enorgullece de que le copien porque eso "es signo de que vale la pena".

A los traspiés de la crisis se ha levantado expandiéndose por el sur de América. México se va a convertir en su submarino flotante desde el que hará la ola por toda la zona.  El país conquistado por Hernán Cortés es terreno abonado por Verino, el hombre que se agarró a su pueblo para dar validez a sus tiendas, hoy en más de sesenta países. El mercado  español lo tiene muy maduro y aunque desde 2005 su firma está  presente en México prepara una segunda España que corra por hilos online con tiendas presenciales.  Ese es su proyecto del momento; y lo vive con la calma de tener continuidad familiar en el negocio y saber que dejar de temer se consigue cuando se deja de esperar.

Asegura que lo que él hace no tiene que ver con diseñar moda sino con estilo de vida, ofreciendo una inversión de armario y sin disfrazar a nadie. Mira a todas partes sin desatender el pasado y ahí se saca en claro que haya recuperado la tradición romana y familiar de cultivar vino impulsando la actividad vitivinícola  en la zona; y como consecuencia la denominación de origen Monterrei. La Real Academia de Gastronomía lo califica como mejor creador artístico relacionado con la gastronomía.

Roberto de Verín ha dado a su pueblo identidad internacional defendiendo  que hay que ir en contra de la condición humana de alabar siempre el pasado y desdeñar el presente. En esa magnanimidad que posee,  nos ofrece esta temporada una isla de peces, palmeras y arena para recordar el color y la luz  del artista César Manrique; arte y naturaleza de Lanzarote para las telas de este hombre de la esquina húmeda de España que se mete en burbujas volcánicas y acaricia cactus. Y  lo aplica en sus pasarelas de temporada en curso con prendas que ya están disponibles. Inmediatez de tiempos que corren con prisa para consumir el buen gusto, un movimiento internacional "See now, buy now" (mira ahora, compra ahora) al que ha sido el primero en sumarse hace dos años. La próxima cita, nueve de julio, colección otoño-invierno 2018-19 en la Villa y Corte pasarela MBFWM.