La Smart Square representó el futuro en medio de Première Vision. Sus protagonistas mostraron multitud de propuestas para su sostenibilidad
03.10.2018.- La Smart Square, situada en el pabellón 3 de Première Vision Paris, fue todo un descubrimiento. Más allá de las marcas y de los productos mostrados, reconocimos montones de ideas de futuro que señalan los caminos para la innovación del sector textil/confección, especialmente en lo que concierne a su sostenibilidad.
Entre estas ideas destacan las que propone C.L.A.S.S. (Creativity Lifestyle and Sustainable Synergy), entidad italiana nacida en 2007 con el objetivo de trabajar en favor de una innovación responsable uniendo creatividad, innovación y responsabilidad. Su labor –y su facturación- se concentra en cuatro aspectos: consultoría, laboratorio, educación (recientemente han lanzado un Education Smart Kit) y e-commerce. En este último apartado se dirige sobre todo a pequeños empresarios, diseñadores o estudiantes que no tienen acceso a grandes proveedores. C.L.A.S.S. ha llegado incluso a un acuerdo con varios de sus socios para proporcionar pequeñas cantidades de tejido a los diseñadores emergentes que apenas tienen acceso a los grandes proveedores.
La economía circular es otro de los objetivos de C.L.A.S.S., en el que trabaja con un socio para cada materia prima. Entre ellos están, por ejemplo, Ecotec, cuyos hilos están fabricados en un 80% con materia prima pre-consumo reciclada, generan menos residuos y reducen el consumo de agua; Organic Cotton Colours, que ofrece un algodón de origen trazable y cuyos trabajadores gozan de buenas condiciones laborales; Re.Verso, de Prato, que trabaja con residuos de lana pre-consumo, que recoge y devuelve reciclados al mercado; Lanificio Zignone, especialista en lana orgánica y en el bienestar animal; Centro Seta, para la seda; etc. Colabora, además, con cuatro empresas: Green line, que recoge los residuos pre-consumo de varias empresas italianas; Nuova Fratelli Boretti, que clasifica los materiales por color con el objetivo de prescindir del proceso de tintado; Filpucci; y Filatura C4. Algunos de ellos estaban también en el Smart Square.
Su enfoque hacia la economía circular contiene un mensaje para los diseñadores: al diseñar un producto, deben pensar ya en el final de vida del producto y facilitar su reciclaje. Debemos reducir los vertidos de todo tipo (sea en los vertederos terrestres o en los marinos) y los costes logísticos de la cadena textil/moda. Camilla Carrara, expert de C.L.A.S.S. nos resumió así la situación: en general hay buena voluntad en nuestro sector e incluso en la sociedad en general, pero producimos demasiados desechos: es sencillamente imposible reciclarlos todos.
James Mandolia, uno de los cofundadores de C.L.A.S.S., por su parte, nos hizo también un elenco de otros artículos a tener en cuenta por su aportación a la sostenibilidad: NewLife, un plástico marino tratado mecánicamente, sin químicos; Roica Eco-Smart, usado por ejemplo por Wolford; la tecnología Naturally Clean, de Tintex, etc.
Otros productos y empresas presentes en la Smart Square fueron:
Parley for the Oceans es una de las iniciativas ecológicas dirigidas sobre todo a la recuperación y reutilización de los plásticos marinos. Su objetivo es Avoid, Intercept y Redesign (evitar, recoger y reciclar), especialmente los plásticos marinos. Tuvo su stand en el Smart Square y protagonizó una conferencia en la misma zona. La impartieron Cyrill Gutsch, fundador y CEO de la empresa, y Alexander Taylor, diseñador industrial londinense, cuyo cliente principal es Adidas.
Alexander expuso la historia de su colaboración con Adidas, donde colaboró en el desarrollo de Adizero, una zapatilla sostenible y sin desechos realizada con plásticos marinos. Recientemente ha comenzado a colaborar con Parley, diseñando zapatillas Adidas fabricados con plástico procedente del mar..
El diseño –destacó- es una herramienta para contar una historia. Los diseñadores deben tener un objetivo de responsabilidad social y ayudar a crear el cambio. Por esto, debe tener en cuenta el ciclo de vida completo del producto. Rediseñar teniendo en cuenta el ciclo de vida completo del producto es mucho mejor que andar siempre reciclando, porque jamás podremos reciclar todo el textil y todo el plástico que acaban en los vertederos o en el mar. Todo el mundo puede aportar su grano de arena, que tendrá impacto.
+ Info: www.premierevision.com
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