Ejecutivos de Mirto, Losan, Gocco o El Ganso debatieron ayer sobre innovación en el negocio de la moda en el marco de la última edición de Modaes.es Business Foodies.
“Hay que repensar el modelo de negocio de la sociedad, no sólo del sector”. Así comenzó Juan Luis Moreno, socio de The Valley el último encuentro de Modaes.es Business Foodies, celebrado en Madrid bajo el título Disrupción e innovación en moda en la era omnicanal. El encuentro, que contó con la participación de directivos de empresas como El Ganso, Bóboli, Zatro, Gocco, Macaró o Neck&Neck y el patrocinio de Akamai, giró en torno a las estrategias de la innovación en moda.
Moreno, que participó en la sesión como ponente principal encargándose de la introducción de la tertulia, insistió en que la clave de la innovación se encuentra en monitorizar todo lo que ocurre en todo el mundo y pensar cómo cada uno puede adaptarlo a su negocio. “No hay recetas, sino ingredientes, no se puede copiar o seguir los pasos de lo que hace Amazon o Adidas, incluso dentro de un sector, no hay un modelo que replicable, ojalá fuera tan fácil”, aseguró el experto.
La automatización, la personalización o fijar la mirada en otros sectores fueron otras de las claves que mencionaron los participantes de la mesa. José Antonio Moreno, director de ventas de Losan, se mostró de acuerdo en que el mundo está cambiando, pero la clave reside en encontrar qué es lo que funciona en tu negocio. “Antes de hablar de big data hay que pensar qué nos va a aportar, hay que hacer los deberes antes de afrontar la digitalización porque si no sólo conseguirás un ladrón de tiempo y dinero”, afirmó el directivo.
“La clave está en humanizar la digitalización”, aseguró Ana Gómez, de Tuc Tuc
En esta línea, Quique Díaz, director de comunicación de Mascaró, hizo hincapié en que lo principal es pensar qué se quiere conseguir. “Hay que plantearse hacia dónde vamos y cuál es la función de nuestros espacios, cada uno tiene que conocer su cliente y especializarse en lo que cree más importante”, explicó Díaz. Por su parte, Daniel Alberola, cofundador de Mr. Boho, afirmó que la dificultad aumenta en el caso de las marcas de complementos. “Vamos un poco a expensas de lo que van haciendo las marcas de moda y la organización es complicada cuando trabajas a través de diferentes canales”, añadió.
David Sánchez, ejecutivo de cuentas principales de Akamai coincidió con los anteriores en que Amazon y otros sectores como el de los viajes son los que están educando y guiando los pasos de la moda. “El ecommerce tiene que ser una experiencia fluida, para ello, es muy importante estar preparado técnicamente y tener una estructura definida y concreta para que las operaciones no se vean afectadas en momentos de mayor tráfico, como el Black Friday o las rebajas”, remarcó Sánchez.
Ferran Llisterri, cofundador de Zatro, defendió también la apuesta por la tecnología, aunque con salvedades. “No creo que se trate simplemente de implementar nuevas tecnologías muy sofisticadas, sino de pensar en lo que realmente quiere el cliente y después meditar cuál es la herramienta para conseguirlo”, explicó Llisterri. Clemente Cebrián, cofundador de El Ganso, subrayó que la innovación debe pasar por todos los departamentos de la empresa. “Se nos llena la boca hablando de omnicanalidad y experiencia, y es cierto que el retail fue de los primeros sectores en innovar, pero nos hemos quedado estancados”, sentenció el directivo.
“La moda es muy inflexible, el modelo se ha quedado obsoleto”, argumentó José María Ruíz, de Gocco
En cuanto a cómo fomentar esta innovación en moda, Ana Gómez de Segura, directora de márketing e ecommerce de TucTuc, recalcó la importancia de rodearse del talento adecuado. “El retail se ha quedado atrás porque estamos cegados con tanta digitalización y omnicanalidad, las herramientas están al alcance de todos pero nos sobrepasan, creo que la clave está en humanizar esta robotización”, argumentó la directiva. “Contar con un personal en tienda que reciba a los clientes con una sonrisa también es muy importante”, finalizó.
Por su parte, Eduardo Zamácola, consejero delegado de Neck&Neck, sostuvo que “la clave no es decidir su poner una pantalla o no en la tienda, sino pensar en cómo rentabilizar cada metro cuadrado”. “Siempre que hablamos de innovación comentamos aquella de cara al público, cuando la innovación más importante es la interna y ahí es donde fallamos todos”, explicó Zamácola. Mónica Algás, directora general de Bóboli, añadió que “hay que utilizar la tecnología a nuestro alcance para medir el stock que necesitamos y acertar lo máximo posible”.
“Es cierto que el retail fue de los primeros sectores en innovar, pero nos hemos quedado estancados”, sentenció Clemente Cebrián
Para José María Ruiz, director general de Gocco, “la moda no es un sector innovador”. “La moda es muy inflexible, se tardan entre siete y ocho meses en hacer una colección y si te has equivocado te das cuenta cuando ya no puedes reaccionar, es la penitencia de este sector”, argumentó el directivo. “El modelo es poco rápido y se ha quedado obsoleto, la gestión del stock es la gran debilidad de la moda”, concluyó.
En este sentido, Ricardo Fraguas, director general de Mirto, se mostró en desacuerdo y aseguró que “el sector de la moda lleva la innovación en los genes”. “La moda ya está aburrida de innovar, está tan acostumbrada a ello que se le dificulta continuar haciéndolo, es un sector maduro y tiene que aprender nuevas formas de hacerlo”, argumentó el directivo. En este punto, Fraguas aclaró que el sector no necesita una disrupción o cambio radical, sino un cambio constante poco a poco, una innovación pausada.
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