El nuevo presidente de El Corte Inglés, las fundadoras de Bimba y Lola o la consejera delegada de Adolfo Domínguez son tres de los siete seleccionados por el comité de expertos del galardón que entrega Modaes.es.
Vázquez, Domínguez, Nuño o Goyeneche. Estos son algunos de los apellidos de los finalistas a convertirse en El Protagonista del Año 2018. Por tercer año consecutivo, un comité de expertos formado por profesionales y académicos del negocio de la moda en España han seleccionado a siete candidatos a hacerse con el galardón que entrega Modaes.es y que cuenta con el patrocinio de Salesforce Commerce Cloud.
En un contexto desafiante, la capacidad de adaptación, la innovación y la ambición han sido algunas de las características que han situado a estos siete directivos y empresarios en la lista de seleccionados.
Los lectores de Modaes.es podrán participar a partir del 3 de diciembre en la votación, que permanecerá abierta durante dieciocho días, hasta el 21 de diciembre. El 31 de diciembre, a las doce del mediodía, se desvelará el nombre de El Protagonista del Año 2018.
Jesús Nuño de la Rosa
Presidente de El Corte Inglés
Por obtener la confianza del consejo de administración para pilotar al mayor grupo europeo de grandes almacenes y capitanear su transformación.
Es el primer presidente de El Corte Inglés que no forma parte de la saga familiar que impulsó la compañía y el primero que ha llegado sin el apoyo de su predecesor. Jesús Nuño de la Rosa ha logrado la confianza del consejo de administración para liderar el grupo, pero ahora se enfrenta a un reto mayúsculo: encarar la transformación del mayor grupo europeo de grandes almacenes.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, el ejecutivo ha desarrollado toda su carrera profesional en El Corte Inglés, donde empezó a trabajar hace veinticinco años.
Igual que otros altos cargos del grupo, el directivo comenzó su trayectoria en los grandes almacenes desde abajo, y con el tiempo ha ido escalando posiciones. En 1998 tomó el cargo de director general de Grupo Viajes El Corte Inglés, del que consiguió hacer una empresa rentable.
Las hermanas Marta y Cristina Álvarez apostaron por él, empoderándolo en un nuevo cuadro ejecutivo para relevar al hasta entonces presidente de la compañía, Dimas Gimeno. En menos de un año, el ejecutivo ha pasado a la primera línea del grupo. En marzo de 2017 fue nombrado patrono de la Fundación Ramón Areces, y en agosto tomó un puesto en el consejo del grupo, ocupando el sillón que había dejado libre Juan Hermoso.
A finales de año, en un movimiento inédito en el grupo, Nuño de la Rosa fue nombrado, junto con Víctor del Pozo, consejero delegado, lo que supuso la primera vez que se separaba la presidencia de las funciones ejecutivas en El Corte Inglés.
Finalmente, en junio de 2018 el consejo del grupo aprobó por unanimidad su nombramiento como nuevo presidente, relevando a Gimeno. El ejecutivo toma las riendas de El Corte Inglés en un momento complejo para el grupo. Junto a la propia transformación del sector del retail, Nuño de la Rosa se enfrenta también al reto de tener que rendir cuentas públicamente por primera vez, tras la emisión de bonos de 600 millones de euros del año pasado. De puertas para dentro, Nuño tiene también que responder ante un nuevo accionista, el jeque qatarí Sheikh Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, que controla el 10% del capital.
En este sentido, Nuño ha puesto en marcha un plan de transformación, que pasa por acelerar la digitalización y la omnicanalidad, apostar por la internacionalización con ropa y alimentación, apuntalarse como destino del turismo de compras y mejorar la rentabilidad en sus centros, con polémicas medidas como un canon mínimo para las marcas. Además, con Nuño al frente, el grupo ha puesto en marcha una central de compras para reducir costes en su aprovisionamiento y ha implementado nuevos conceptos de tienda en los que cede el grueso de su espacio a un único operador, como ha hecho con Nike en Puerta del Sol.
En el primer semestre, el último periodo con la antigua dirección, la compañía elevó un 4,4% su beneficio bruto de explotación (ebitda), hasta 335 millones de euros, y aumentó su facturación un 0,4%, hasta 7.585 millones de euros.
María y Uxía Domínguez
Fundadoras de Bimba y Lola
Por haber emprendido una nueva etapa de crecimiento con Bimba y Lola tras decidir romper con el capital riesgo.
Han estado a punto (varias veces) de seducir al capital riesgo y lideran una de las mayores empresas de moda en España, aunque apenas se sabe nada de ellas. María y Uxía Domínguez, impulsoras de Bimba y Lola, forman parte de una de las grandes sagas del sector en España.
Hijas de Jesús Domínguez, cofundador de Sociedad Textil Lonia y coimpulsor también de la firma de sus hijas, y sobrinas de Adolfo Domínguez, las hermanas han logrado colocar su marca en el top ten del sector en poco más de una década.
María y Uxía Domínguez desarrollaron su trayectoria dentro del grupo familiar Sociedad Textil Lonia hasta que, en 2005, con el impulso de su padre y con una financiación de quince millones de euros, decidieron poner en marcha Bimba y Lola. En febrero de 2006 vio la luz la marca, que lleva el nombre de sus perros y está especializada en moda femenina. Desde entonces, la compañía ha protagonizado una de las expansiones más veloces en el sector de la moda en España.
Este rápido desarrollo ha estado a punto de seducir varias veces al capital. La primera fue en 2013, cuando L Capital (hoy convertido en L Catterton) negoció con la empresa para tomar una participación. En aquel momento, el tamaño de Bimba y Lola rondaba los setenta millones de euros.
La segunda ocasión llegó a finales de 2017. La empresa inició un proceso para abrir su capital, para el cual contrató a Morgan Stanley, y, como en la primera ocasión, impulsar su negocio internacional. Pero, el pasado verano, la operación se truncó después de que la propiedad no llegara a un acuerdo con los dos fondos finalistas, Carlyle y Permira.
Los motivos que aducían ambos grupos fue el precio demandado por Bimba y Lola: 500 millones de euros, cifra que multiplica quince veces el ebitda de la compañía, ya que la empresa finalizó 2017 con un resultado bruto de explotación de 33,5 millones de euros.
Ahora, las hermanas Domínguez han iniciado un nuevo plan estratégico 2018-2022 con la internacionalización como principal palanca de crecimiento. Aunque ellas están al frente de las decisiones estratégicas, ambas se han apoyado desde sus inicios en la figura de un director general. Desde este año, el cargo lo ocupa José Manuel Martínez Gutiérrez, ex consejero delegado de Esprit, que relevó en el puesto a Nicolás Corral.
Javier Goyeneche
Presidente y fundador de Ecoalf
Por liderar la profesionalización de la empresa con el fichaje de directivos y ser referencia en sostenibilidad en el sector.
Llevar la moda sostenible más allá del nicho. Este ha sido el gran desafío de Javier Goyeneche, fundador y presidente de la compañía española Ecoalf. El ejecutivo, que en su historial cuenta con varios éxitos y fracasos como emprendedor, ha liderado este año el proceso de profesionalización de la compañía, con el objetivo de llevarla al siguiente nivel.
Hijo de Alfredo Goyeneche, ex presidente del Comité Olímpico Internacional, el empresario es licenciado en Empresariales por el European Business School y máster en International Marketing Strategies por la Universidad de Northwhestern.
Ecoalf, fundada en 2008 es sólo la última aventura en la carrera de Goyeneche. El directivo inició su trayectoria profesional con Loco Pins, una empresa de pins que puso en marcha en plena fiebre de los Juegos Olímpicos de Barcelona. En 1994, el ejecutivo apostó por el sector de la moda al fundar la compañía de complementos Fun&Basics, especializada en bolsos de nylon con diseños coloridos a un precio asequible. El negocio creció como la espuma, con tiendas y rondas de financiación, pero terminó protagonizando uno de los grandes concursos de la crisis, en 2008.
Ahora, con Ecoalf, el reto de Goyeneche es hacer viable y grande una compañía especializada en moda sostenible. A diferencia de sus proyectos anteriores, la empresa ha crecido a paso lento pero seguro, logrando colarse, ya en 2012, en puntos de venta de referencia como Saks Fifth Avenue o La Rinascente.
El año pasado, el ejecutivo logró que el proyecto sedujera al capital, al vender el 65,9% de la empresa al fondo luxemburgués Manor Group, para el que Ecoalf supuso su primera inversión en moda. El fondo continuó confiando en el ejecutivo para encarar esta nueva etapa de la compañía.
El siguiente paso, emprendido este año, ha sido crear un equipo fuerte que apoye a Goyeneche en esta nueva etapa. El ejecutivo ha confiado en Marisa Selfa, ex directora general de Cortefiel, como nueva directora general, y ha reforzado áreas clave como finanzas y retail con Rafael Campos, ex Cortefiel, y Marcos Pérez, ex Lacoste, respectivamente.
La empresa también ha focalizado sus esfuerzos en el inicio de la cadena de valor con la creación de Seaqual, una joint venture con Textil Santanderina y Antex para el desarrollo de hilo reciclado a partir de plásticos del mar. También con este proyecto Goyeneche ha recogido sus frutos, y Seaqual ha comenzado ya a colaborar con marcas de moda a escala global.
Borja Vázquez y Alfonso Vivancos
Fundadores de Scalpers
Por pilotar el crecimiento de Scalpers y aventurarse con el lanzamiento de una línea para mujer y con la creación de un hólding de marcas mediante la incorporación de Jorge Vázquez y Victoria.
De subirse al boom de la moda masculina a convertirse en un grupo de moda. Borja Vázquez y Alfonso Vivancos, el tándem al frente de Scalpers y dos de sus fundadores, han logrado hacer de Scalpers una de las empresas de mayor crecimiento de la moda española. Con ambos al frente, el grupo ha abierto su capital, ha entrado en moda femenina y ha creado un hólding de marcas con la integración de Victoria y Jorge Vázquez.
Vázquez y Vivancos forman parte del equipo fundador de la compañía de la que actualmente controlan el 20%. Ambos se reparten la dirección: el primero es presidente del grupo y lidera las áreas de producto, expansión, márketing y estrategia comercial, mientras Vivancos, consejero delegado, está al frente de operaciones, sistemas, logística o finanzas.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y MBA en el IE, para Borja Vázquez el lanzamiento de Scalpers supuso su primer paso en el negocio de la moda. La empresa nació en 2007 como parte del boom de la moda masculina en España pero ha logrado hacerse un hueco en el sector por derecho propio. Bajo la dirección de Vázquez y Vivancos, la compañía se ha expandido con retail dentro y fuera de España y ha logrado seducir a inversores como Jaime Bergel, que entró en su capital en 2014.
En el último año, el grupo ha dado un salto adelante con la creación de un hólding de marcas. Scalpers se ha hecho con la firma del diseñador Jorge Vázquez y ha entrado en el capital de la firma de fiesta Victoria, en la que Vivancos y Bergel ya tenían una participación.
Otro de los grandes hitos del grupo este año ha sido el lanzamiento de su colección de moda femenina, un camino complejo pero del que ya han comenzado a recoger los primeros frutos. La empresa incorporó a María Jesús Martín, ex de Trucco y Pedro del Hierro, para liderar la estrategia de producto de esta nueva área y ya cuenta con dos tiendas dedicadas en exclusiva a la colección de moda para mujer.
Esta estrategia de expansión se está reflejando también en los resultados de la compañía. Scalpers prevé cerrar el ejercicio actual con una facturación de 64 millones de euros, un 50% más que el año anterior, cuando la cifra de negocio fue de 42,5 millones de euros.
Adriana Domínguez
Consejera delegada de Adolfo Domínguez
Por su labor al frente de la compañía familiar, poniendo en marcha una profunda reorganización que ya ha comenzado a dar resultados.
Dice que tomó las riendas de la empresa familiar por responsabilidad y no por ambición. Adriana Domínguez, hija mayor del diseñador Adolfo Domínguez, fue nombrada directora general de la compañía familiar en uno de los momentos más complejos para el grupo. En apenas un año, y apoyada en su número dos, Antonio Puente, Domínguez ha comenzado a darle la vuelta a la compañía apoyada en la optimización de los costes y un regreso a los orígenes.
Licenciada en Empresariales Internacionales por Icade y máster en Pensamiento por la Escuela Contemporánea de Humanidades de Madrid, Domínguez fue actriz antes de dar el salto a la empresa. Antes de llegar a primera línea, la ejecutiva ocupó otros puestos de responsabilidad en el grupo familiar, donde trabajó en las áreas de perfume y comunicación y fue presidenta de la fundación AD.
En julio de 2017, tras un año sin primera espada, Adolfo Domínguez le confió la dirección general de la empresa. En mayo de 2018, la ejecutiva subió un escalón asumiendo el cargo de consejera delegada.
Al frente del grupo, Domínguez ha puesto en marcha un profundo plan de reestructuración, con el cierre de tiendas no rentables, la unificación de todas sus marcas bajo el rótulo de Adolfo Domínguez (lo que supuso un ERE sobre 65 empleados) y una nueva estrategia de comunicación que regresa a los orígenes de la firma.
Para encarar esta nueva etapa, la directiva se ha apoyado en un número dos, Antonio Puente, otro histórico del grupo que ocupa la dirección de operaciones, un puesto de nueva creación. Con el tándem al frente, el grupo ha logrado dar la vuelta a sus resultados y encadenar ya dos años consecutivos al alza, algo que no ocurría desde hace doce años.
El resultado bruto de explotación (ebitda) anotó en 2017 su mejor evolución en tres años, con una mejora del 75%, hasta dos millones de euros negativos. La empresa continúa en pérdidas, pero las ha reducido notablemente, pasando de 16,2 millones de euros en 2016 a 6,9 millones en 2017.
Jaime Garrastazu y Jorge y Nacho Vidri
Fundadores de Pompeii
Por emprender en un sector tradicional como el del calzado, abordar el salto del on al off y seducir a inversores como el ex Ecoalf José Múgica.
Crear una start up sin experiencia en el sector, irrumpir en un negocio tradicional y, ahora, atraer a la inversión. El recorrido de los fundadores de Pompeii podría ser el manual del perfecto emprendedor. Jaime Garrastazu y Jorge y Nacho Vidri pusieron en marcha la empresa en 2014, en pleno boom de las start ups de calzado.
Los jóvenes apostaron por la distribución online y fueron aprendiendo sobre la marcha del sector, en el que ninguno de ellos había trabajado nunca. En 2018, tras cuatro años de rodaje, la empresa ha abierto por primera vez su capital, levantando un millón de euros y seduciendo a inversores como José Múgica, ex director general de Ecoalf.
Licenciado en Administración y Dirección de empresas por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef), Jaime Garrastazu comenzó su andadura profesional en la consultora PwC, donde trabajó durante cuatro meses hasta que puso en marcha Pompeii. Nacho Vidri, por su parte, es licenciado en Ingeniería Industrial por Icai, mientras que su hermano, Jorge Vidri es graduado en el doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho por Icade. Nacho Vidri inició su trayectoria en un banco de inversión londinense, mientras que Jorge se incorporó directamente a Pompeii al finalizar sus estudios.
Los tres emprendedores pusieron en marcha Pompeii junto con Cosme Bergareche, hoy en El Ganso, con un capital inicial de 18.000 euros. La primera producción fue de 349 zapatillas (el pedido mínimo), pero en sólo un año, gracias al boca-oreja y a las redes sociales, la facturación superó ya el medio millón de euros.
Pompeii, que cerró 2017 con una cifra de negocio de cerca de tres millones de euros, espera concluir 2018 rozando los cuatro millones de euros. La entrada de recursos ha servido a los tres jóvenes emprendedores, que conservan la mayoría del capital, para financiar el salto al canal físico.
La empresa fichó a Carlos Mancebo, ex Calzedonia, para emprender este nuevo desafío y comenzó a testar la calle con pequeñas pop up stores en diferentes localidades del país. El salto definitivo llegó a finales de año, con la apertura de su primera tienda permanente en la calle Fuencarral de Madrid.
Manuel Domínguez de la Maza
Consejero delegado de Mayoral
Por guiar una nueva etapa de una compañía familiar, con nueva imagen y una nueva marca para seguir liderando el sector de la moda infantil en España.
Al frente de una compañía con siete décadas de recorrido y representante de la cuarta generación. Manuel Domínguez de la Maza es director general del grupo familiar de moda infantil Mayoral, empresa que antes estuvo liderada por su padre, Rafael Domínguez de Gor. En 2018, la compañía ha llevado a cabo un proceso de reorganización con el lanzamiento de una nueva marca y la renovación de su imagen corporativa.
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Málaga, el directivo completó su formación con un MBA en Iese y estudios en Kellogg y Columbia. El ejecutivo fue director en España de Pepsi antes de dar el salto, en 1993, a la empresa familiar que fundó su abuelo hace 75 años.
Tras dar sus primeros pasos en exportación, Domínguez pasó a dirigir el departamento de retail, donde permaneció casi una década antes de tomar las riendas de Mayoral como director general y consejero delegado. Aunque la propiedad es familiar, el grupo cuenta con un consejo de administración con varios consejeros independientes y con un protocolo familiar para asegurar una gestión de consenso.
Desde su nombramiento, el ejecutivo ha emprendido un plan de transformación para preservar el legado de las siguientes generaciones. La empresa, que tiene su sede en Málaga, ha emprendido este año un plan de renovación de su imagen corporativa, con un nuevo logo y un renovado concepto de tienda. Además, Mayoral ha lanzado una nueva marca, Abel&Lula, con la que quiere atacar el segmento premium.
La expansión internacional ha continuado siendo uno de los motores de crecimiento de la compañía. Con Domínguez al frente, la empresa ha puesto en marcha nuevas filiales en mercados como Perú, Reino Unido y Bulgaria, con lo que suma ya diecisiete oficinas internacionales.
Mayoral es, de hecho, una de las compañías de moda infantil más internacionalizadas, con el 75% de su facturación en el mercado exterior. El grupo pone en marcha una media de diez tiendas al año y cerró 2017 con una facturación de 350 millones de euros, que prevé incrementar hasta 365 millones en 2018. Para hacer frente a esta expansión, el directivo también ha apuntalado la estructura de la compañía con el traslado de su sede a la antigua fábrica textil Intelhorce, lo que ha supuesto una inversión total de casi noventa millones de euros entre compra y renovación.
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