El envejecimiento de la población transformará el perfil del consumidor del siglo XXI. Sin embargo, la industria de la moda se está quedando atrás a la hora de atender a estos consumidores, según el informe The High-Velocity Consumerelaborado por WGSN.
Ni millennials, ni generación z. El futuro de la moda pasa por los consumidores mayores de cincuenta y cinco años, que coparán más de un tercio de la población en los mercados maduros en 2030 y para las que las compañías de moda deben empezar a adaptar sus procesos. Así se desprende del informe The High-Velocity Consumer elaborado por WGSN que analiza las seis tendencias que marcará el futuro del consumo en todo el mundo.
El envejecimiento de la población es uno de los mayores cambios sociales que se ha producido durante el siglo XXI: el número de gente mayor y con más esperanza de vida está creciendo cada vez más, mientras que la natalidad cae. Para 2030 las personas mayores serán un tercio de la población de los países desarrollados, 222 millones de personas en total. Este cambio está afectando a las empresas de diferentes sectores ya que este grupo de consumidores tiene un mayor poder adquisitivo y capacidad de gasto.
Sin embargo, el sector de la moda se está quedando rezagado a la hora de atender a este tipo de consumidores, según señala el informe. En este mercado, la mayoría de las personas mayores afirman que se sienten ignoradas o desatendidas por las empresas. En concreto, el 85% de los mayores de 55 años afirman que su marca favorita no entiende sus necesidades, según señala el informe.
Para 2030, un tercio de la población de los países desarrollados serán personas de la tercera edad ‘tienda del futuro’
Uno de los cambios más sencillos que podrían llevar a cabo las empresas de moda sería adaptar la accesibilidad de sus tiendas para los clientes mayores. La gran parte de las personas que integran este grupo poblacional tiene una movilidad reducida o barreras físicas que le impiden desenvolverse, por lo que las empresas de moda deberían llevar a cabo una reforma con la instalación de rampas o la ampliación de los probadores para facilitar el acceso.
Las empresas japonesas, el país más envejecido del mundo, son las que están llevando la delantera en este sentido. En el mercado nipón ya existen centros comerciales dirigidos especialmente a las personas de la tercera edad. El Aeon Mall Kasai, por ejemplo, abre a las siete de la mañana y ofrece todo tipo de actividades como clases o consultas médicas antes de que las tiendas abran. Según el Wall Street Journal, este tipo de iniciativas hacen que los clientes estén el doble de tiempo en la tienda y gasten un 40% más.
Por otro lado, los retailers también deben ser conscientes de las necesidades de este grupo de consumidores en lo que se refiere a nuevas tecnologías. Aunque el 62% de las personas de mayor edad tiene smartphones, no están tan acostumbradas al uso de móviles o plataformas online como los nativos digitales, por lo que las empresas deberían desarrollas acciones de inclusión digital. La experiencia de usuario, destaca WGSN, tendría que ser más sencilla, por ejemplo.
Alibaba ya ha desarrollado un espacio en su ‘marketplace’ Taobao para las personas de mayor edad
En China, Alibaba ha desarrollado un sistema especial en su marketplace Taobao especialmente diseñado para las personas mayores. La compañía prevé, a través de esta acción, que los 222 millones de personas chinas mayores de 60 se conviertan en sus clientes. Por ahora, Alibaba afirma que 30 millones de sus usuarios son mayores de 50 años, y el 75% de ellos tienen entre 50 y 59 años.
Además de esta tendencia, el informe de WGSN señala otros cinco cambios que están transformando los hábitos de consumo. El creciente uso de los teléfonos móviles, la demanda de humanización por parte de las empresas, la sostenibilidad o la economía colaborativa son las otras tendencias que están transformando el sector.
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