Técnica para descubrir la química prohibida en cosmética y textiles


Empresas gallegas, como Ams Lab y grupos de investigación de la USC desarrollan sistemas inéditos para controles de calidad en productos de consumo de esos sectores

La investigación en Galicia acaba de conseguir dos nuevos hitos, en este caso en el terreno del control de calidad en productos de consumo, tanto en el sector del textil como en el de la cosmética, de la mano del consorcio empresarial e investigador QFashion, un proyecto financiado por la Axencia Galega de Innovación (GAIN).

 

Se trata, en esencia, del desarrollo de un método innovador que permite la detección simultánea de un centenar de sustancias prohibidas en productos de cosmética, y, por otra parte, la creación de un laboratorio móvil para el análisis de sustancias químicas in situ de productos textiles.

Los padres de este proyecto de I+D, financiado por la Axencia Galega de Innovación, son el consorcio de empresas formado por las biotech AMSlab, Biomig y Xenotechs, todas ellas con sede en la ciudad de Lugo, y también por la compostelana Mestrelab y que ha contado con la colaboración de dos grupos de investigación de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y de la empresa alemana G.A.S GmbH.

 

RESULTADOS. En relación a los resultados de impacto inmediato para el sector de la cosmética, las empresas implicadas en el proyecto destacaron en la presentación de resultados, el desarrollo de un catálogo de servicios analíticos completos para el control de calidad, que ya se está siendo comercializado a través de AMSlab, compañía con base en Lugo, dirigida por Manuel Lolo, a más de una docena de clientes.

Además, y gracias a la aplicación de la tecnología de espectrometría de masas de alta resolución, la investigación de este proyecto permitió demostrar la viabilidad técnica de un método inédito que permite la detección simultánea de un centenar de sustancias prohibidas que, siendo improbables en cosméticos, sin embargo es necesario garantizar su ausencia, como pueden ser los pesticidas, antibióticos, nitrosaminas o contaminantes orgánicos. El resultado más prometedor reside en la utilidad de las técnicas químicas desarrolladas, que permiten detectar sustancias volátiles asociadas a la contaminación microbiana de cosméticos con rapidez y competitividad.