El nuevo presidente de la patronal española de artículos para la infancia asegura que hay muchos visitantes que no acudían a la feria de moda infantil Fimi porque echaban en falta algunas marcas.
El presidente de Asepri lidera el cambio de modelo ferial del negocio de la infancia en España. Álvaro Rodríguez-Toubes, que tomó las riendas de la patronal de la moda infantil el año pasado, explica que el sector necesitaba sacudir sus eventos profesionales, Puericultura y Fimi, para sumar y volver a tener un punto de encuentro sólido. Rodríguez-Toubes, al frente también de la compañía Paz Rodríguez, afirma que “si no hacíamos algo, la moda infantil española iba a estar mejor representada en Pitti Bimbo que en España”.
Pregunta: ¿Por qué regresar a Valencia seis años después de trasladarse a Madrid?
Respuesta: Nuestros asociados nos decían que la feria de puericultura no respondía a las necesidades que tiene el sector. Y, por otro lado, los visitantes tampoco encontraban lo que querían. El formato no era valorado y quisimos darle otro aire.
P.: La moda también ha decidido dar el paso…
R.: En el caso de la moda, observamos que, en general, al visitante le cuesta cada vez más ir a las ferias, y a la nuestra también. En su día, se cambió por ello la ubicación a Madrid, pero aun así cuesta atraer a los visitantes. A Fimi le faltaba también un golpe de timón, relanzarla. Hay marcas que no están y las tiendas las echan en falta.
P.: ¿La solución pasa por cambiar de ubicación?
R.: Desde Asepri abrimos un proceso para unificar todos los sectores cuyo cliente al final es común: calzado infantil, puericultura o parafarmacia, entre otros. Si a ellos les podemos añadir moda y otra oferta orientada a la infancia bajo un nombre común, pensamos que podemos crear un proyecto que ilusione al sector y motive a las tiendas a venir.
P.: ¿Fue una decisión difícil de tomar?
R.: Se abrió primero un proceso de consulta en la puericultura, se contactó con las empresas y constituimos un comité para estudiar qué quería este sector. Y vimos que, al final, es también lo mismo que quieren la moda y el calzado infantil. El 40% de las tiendas aseguraron además que les interesaba coincidir con los demás subsectores. Este es un movimiento natural porque, de hecho, ya habían coincidido en el pasado. Para el sector es importante esta unión: animará a más marcas a exponer y generará una oferta atractiva.
P.: ¿Qué se precisa para recuperar a las marcas grandes?
R.: Si no hacíamos un cambio dentro de poco, la moda infantil española iba a estar mejor representada en Pitti Bimbo que aquí. Oferta no falta en Fimi, pero sí es cierto que hay visitantes que dejan de venir porque no encuentran las marcas de referencia. Y también hay compradores que necesitan que exista una gran oferta para compensar su viaje. Hay profesionales que acuden desde muy lejos y justifican su visita cuando el número de firmas es elevado.
P.: Es el pez que se muerde la cola…
R.: En España hay sobre todo un problema de demanda. El visitante que acude a la feria es el comercio multimarca, que en los últimos años ha ido perdiendo cuota de mercado y, por tanto, el número de clientes es menor. Hay menos visitantes porque hay menos tiendas. Por otro lado, hay también otros comercios que no tienen suficiente capacidad para cerrar el establecimiento dos días o para desplazarse hasta la feria.
P.: ¿Por qué las marcas optan por ir a ferias extranjeras?
R.: En primer lugar, el mercado español está a la baja y, en segundo lugar, se prefiere destinar la inversión a otros mercados donde poder ganar cuota. El coste de las ferias es muy alto.
P.: ¿Esto no se puede cambiar?
R.: Baby Kid quiere trabajar con precios bajos para las empresas expositoras porque, aunque España quizás no sea la prioridad para muchas empresas, se puedan unir al proyecto con una inversión baja.
P.: ¿Se plantean competir con Pitti Bimbo o Playtime por el sur de Europa?
R.: Posible es, pero no es nuestro objetivo. No nos queremos medir con nadie, sino defender una feria nacional que uniese el potencial que tiene España en el negocio infantil. Hay que confiar en este proyecto de unión para presentarnos de manera fuerte y con un sector atractivo, y lo demás vendrá solo. Ahora estamos infrarrepresentados en el mercado internacional de las ferias. La primera marca nacional, por ejemplo, no está. Y al final son las marcas las que traen a los visitantes.
P.: ¿Cuál es su referente a la hora de diseñar la nueva feria?
R.: En Asepri tenemos una acción inversa que se hace desde hace cuatro años y en la que se invita a compradores vip de un área geográfica concreta. Vienen entre tres y cuatro días con una agenda cerrada de reuniones y funciona muy bien: participan cuarenta marcas y hay lista de espera. Hemos querido extrapolar este modelo. Y dar un aire más lúdico a la feria para que quien venga tenga una mejor experiencia.
P.: ¿Cómo ha salido el sector de la crisis?
R.: El proceso de adelgazamiento continuará porque las cadenas se hacen cada vez más potentes y a los independientes les faltan medios para competir con ellas y a veces también ganas, y muchas otras no hay relevo. Es muy difícil, por otro lado, para los multimarca organizarse entre ellos. Ahora tenemos un proyecto entre manos para unir más al multimarca y al fabricante, para trabajar de manera similar a las cadenas. Y pasa por la digitalización.
P.: ¿Están las industrias del negocio infantil enfocadas en la digitalización?
R.: Flojillo... pero es relativo. En el infantil estamos más adelantados que otros sectores de la moda en España, por ejemplo, pero también estamos peor que otros países. Con el sistema que estamos montando queremos crear una plataforma que ponga en común los stocks y que de servicio a diferentes comercios y fabricantes. Esperamos presentarlo el próximo 3 de octubre.
P.: ¿Hay cultura de cambio en las empresas?
R.: El mensaje al menos ya ha calado, y habrá quien lo tenga más claro y quien esté aún auto diagnosticándose sobre cómo se sube a este barco. Y es importante reaccionar cuanto antes y dar con la tecnología adecuada, porque los errores se pagan caros.
P.: En la moda de adulto, la principal queja es el exceso de descuentos. ¿Ocurre lo mismo en la moda infantil?
R.: Hay quienes por estrategia arrancan la temporada con descuentos y hay quienes tienen stocks acumulados y necesitan sacarlos. Lo más lógico es pensar que los descuentos minan el valor de la marca. Hay que ser responsables y tenerlos controlados y no ir a más porque si no será nuestra ruina. Debemos proteger la marca que es nuestro principal valor y o lanzarnos a descuentos cada vez más agresivos.
P.: ¿El mercado de la segunda mano es una amenaza?
R.: En moda infantil, siempre existió. La diferencia que hay ahora es que la gente ha perdido la vergüenza a contarlo. Ahora incluso se queda bien, y no se esconde. Pero hay un problema, sobre todo en puericultura, porque entra la cuestión de la seguridad infantil. Cuando se compra de segunda mano no hay garantía de que se compre un producto seguro. Nos pusimos en contacto con la Administración para que regule este mercado de la segunda mano. Para lanzar un producto, una empresa de puericultura debe contar con múltiples homologaciones y sellos de calidad, mientras que en la segunda mano no se pide nada. Estamos de acuerdo con que se recicle, pero con seguridad y con igualdad de condiciones porque en productos infantiles las normativas son muy estrictas.
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