El contract gallego despunta en el exterior


Cadenas hoteleras como Hilton, Hyatt, Marriot y Sheraton o tiendas y oficinas de grandes firmas como Chanel, Dior, Loewe y Carolina Herrera, entre muchas otras, dejan en manos de proveedores gallegos su interiorismo. Mobiliario, iluminación o tejidos son suministrados por empresas de la Comunidad que se agrupan en el denominado sector del contract. Más de cien compañías lo conforman y sus números no paran de crecer. Actualmente el diseño de interiores gallego ha realizado más de 10.000 proyectos constructivos en 800 ciudades de 90 países del mundo.

El contract gallego no compite por precio sino por calidad y fiabilidad. «Lo imprescindible para ser capaz de exportar es tener un producto suficientemente diferenciado, que aporte valor a los clientes para que lo prefieran ante otras opciones locales o a la marea de importaciones de Asia», explica Miguel Ardao, director general de Ezpeleta. La compañía, que en su origen nació en el País Vasco dedicada a los paraguas, llegó a Vigo en los años 50 y desde entonces se ha convertido en uno de los líderes de mobiliario exterior. Un total de unas 150 personas forman parte del equipo de Ezpeleta, cuya facturación anual ronda actualmente los 30 millones de euros. Los muebles de hostelería representan ya el 85% del total de las ventas, que en el sector del contract se han duplicado en los seis últimos años.«Galicia comenzó a hacerse un hueco en el mundo del diseño a través de la moda. Ellos fueron los pioneros de abrirnos al mundo: Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Inditex... Nos colocaron en el panorama internacional», explican desde la firma Arturo Álvarez. Especializada en lámparas, sus diseños han sido seleccionados por grandes firmas de hotelería como Sheraton, Marriot, Pullmann, Radisson, W y Westing. Aunque el mercado europeo sigue siendo su principal destino, la firma cuenta ya con una filial en EE.UU. y desde allí ha iluminado las oficinas de Spotify en Nueva York. Desde Arturo Álvarez destacan el camino abierto por Zara para el sector. Las auxiliares del gigante de la moda comenzaron a ser conocidas por el mundo y luego fueron abriéndose camino por sí mismas. «Nosotros, sin duda, nos vimos beneficiados por todo este movimiento ligado al buen hacer, a la calidad, al diseño propio con personalidad, a la capacidad de gestión, pero siempre hemos hecho un camino propio y singular», indica la compañía. Uno de los fundadores de la marca y principal diseñador, Arturo Álvarez, comenzó a recibir premios internacionales, que avalan su trabajo y a exhibir sus piezas en galerías de arte y museos. «Todos estos factores conjugados han hecho que seamos una empresa de referencia en contract», subraya Arturo Álvarez.

Una de las claves del éxito del contract gallego es que destaca por su innovación y la capacidad de continuo desarrollo de nuevos productos y soluciones. «Lo que nuestros clientes en el exterior valoran es que somos fabricantes de todos los elementos de la terraza y además lo hacemos con productos diseñados y fabricados por nosotros. En los últimos cinco años hemos registrado 17 modelos entre diseños industriales y modelos de utilidad», indica el director general de Ezpeleta. El sector se caracteriza, además, por su dinamismo y por un capital humano bien formado capaz de viajar por el mundo e instalar en todos los destinos. Entre la filial de Europa y EE.UU., Arturo Álvarez factura en torno a tres millones de euros anuales y da empleo directo a a 24 personas y a más de 35 profesionales multimarca que colaboran con la compañía.

Para que la industria gallega se convirtiera en la región líder internacional del contract ha contado con el apoyo de la Xunta de Galicia a través del Igape. El Gobierno autonómico ha diseñado específicamente acciones orientadas «a mejorar la formación, competitividad, internacionalización, notoriedad, cooperación y posicionamiento de nuestra industria dentro del canal contract», explica la Consellería de Economía, Emprego e Industria. Nueve ediciones de la Semana Internacional del Contract en Galicia, doce talleres para formar a los trabajadores o cinco encuentros internacionales entre empresas gallegas y despachos de arquitectura han sido algunas de las acciones puestas en marcha. «Las administraciones siempre han sido importantes en todo este proceso, no solo a nivel cuantitativo en forma de subvenciones sino también en tareas de asesoramiento o la realización de eventos contract o misiones inversas y directas, entre otras acciones. Todo cuenta, todo suma y todo ayuda», reconocen desde la compañía Arturo Álvarez.