Las organizaciones empresariales Consejo Intertextil Español, Texfor, Ateval, la Asociación Española de Mascarillas, Batas y EPIS, la Confederación Moda España, la Asociación Española de Químicos y Coloristas Textiles y la Confederación Empresarial Valenciana, así como los centros tecnológicos y laboratorios, Leitat, Aitex, Eurecat, Intexter y Eurofins, recomiendan el uso de mascarillas testadas y advierten que “tras meses de pandemia todavía existe desconocimiento sobre las tipologías de mascarillas existentes y su uso”, explican los responsables.
Son varios los países europeos que están tomando medidas restrictivas en el uso de determinado tipo de mascarilla, obligando a la población a utilizar las mascarillas FFP2 en espacios públicos o espacios cerrados.
Existen principalmente tres tipos de mascarillas en el mercado que se utilizan en la lucha contra el COVID-19, cada una de ellas concebida para un uso determinado y que ofrecen las garantías para lo que han sido homologadas, siempre y cuando hayan sido testadas por laboratorios que cumplan con las normativas vigentes.
“Teniendo en cuenta las especificaciones técnicas y las normativas existentes, podemos afirmar que el uso de mascarillas testadas y certificadas nos ofrece las garantías necesarias para evitar el contagio, si se utilizan de manera adecuada. Debemos exigir productos certificados o autocertificados y comprobar que estos han sido testados según las normas establecidas y en laboratorios acreditados”, explican desde Texfor.
A continuación, exponen las especificaciones de cada tipo de mascarilla:
Se recomienda el uso de las mascarillas higiénicas en un entorno social para evitar el contagio entre la población sana. La pieza debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla para su eficacia. Debe cumplir los requisitos establecidos en las especificaciones técnicas de la norma española UNE 0064:2020 (si se trata de mascarillas de un solo uso) o de la UNE 0065:2020 (si se trata de mascarillas reutilizables).
En este caso, las normas UNE 0064 y UNE 0065 parten de unos requisitos de filtración bacteriana extremadamente altos, un 95% para las mascarillas de un solo uso (UNE 0064) y un 90% para las reutilizables (UNE 0065) y una respirabilidad inferior a 60 Pa/cm2.
Es importante comprobar en el etiquetado de la mascarilla que esta cumple con la norma exigida para estar seguros de su fiabilidad.
Las mascarillas quirúrgicas son un producto sanitario. Estas evitan la transmisión de agentes infecciosos procedentes de la persona que la lleva puesta.
Adicionalmente pueden proporcionar protección frente a salpicaduras potencialmente contaminadas. No están recomendadas para lugares de riesgo medio-alto por COVID-19.
En este caso, las mascarillas quirúrgicas son de un solo uso y deben cumplir la norma EN 14683: 2019, ofreciendo una protección bacteriana del orden del 95% al 99%. La industria española ha desarrollado durante esta pandemia mascarillas Higiénicas reutilizables con niveles de filtración equivalentes a las quirúrgicas ( > 95%).
Son equipos de protección personal. Protegen de la inhalación de partículas peligrosas a la persona que la lleva puesta y protege al resto de agentes infecciosos procedentes del usuario de la mascarilla.
Estas mascarillas son las FFP2 y FFP3, dependiendo del grado de filtración de aerosoles, que van desde el 94% de las FFP2 al 99% de las FFP3. Es este caso, las mascarillas EPI deben cumplir la norma EN 149:2001+A: 2001. Las mascarillas EPI, al igual que las mascarillas quirúrgicas son de un solo uso.
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