La moda sostenible tiene muchas facetas y una de ellas es el reciclaje. Ya sea reutilizando materiales o prendas anticuadas, en “upcycling” está de moda
Madrid, mar 2018 (EFE).- Donde la mayoría vemos botellas de plástico usadas, hay quien ve zapatillas y bailarinas. Lo mismo ocurre con los toldos viejos, las redes de pesca y un sinfín de residuos que, para algunos, son la mejor materia prima. Es la magia del “upcycling”, la moda sostenible que nace del reciclaje.
Junto con el veganismo y la producción local, el reciclaje es una de las bazas con las que juega la industria textil para mejorar su relación con el Medio Ambiente. El truco está en el “upcycling”: aprovechar materiales para crear productos de mayor valor que el objeto original para el que fueron empleados previamente.
Un bolso hecho de toldos, por favor
Esa es la apuesta de empresas como reDisain, una firma canaria de diseño que da una nueva vida a pancartas de publicidad hechas de poliéster, neumáticos, cinturones de seguridad y toldos, convirtiéndolos en funcionales bolsos.
Hasta la fecha trabajan con 7 diseños que van desde los clásicos bolsos de mensajero hasta fundas para ordenador portátil, pasando por bolsos de mano, bandoleras, mochilas y monederos. Además de accesorios como fundas para proyectos, tablets y un largo etcétera, todos ellos entre 18 y 72 euros.
Sus coloridos diseños combinan los motivos y estampados de las distintas pancartas que pasan por sus manos, lo que significa que estos originales accesorios son de edición limitada.
Sin embargo, la fabricación de bolsos es su gesto más pequeño con el planeta. El modesto equipo de reDisain (formado por 7 personas) también realiza mobiliario y proyectos de interiorismo, en los que emplean restos de electrodomésticos y bicicletas, tambores de lavadoras o palés para concienciar a la sociedad de la importancia de cuidar el Medio Ambiente.
Tus próximas gafas serán de papel
También con accesorios trabaja la marca Paper & Paper que, como se puede deducir por el nombre, recicla papel. Lo que cuesta imaginar es en qué lo convierten.
Cómics antiguos, revistas, periódicos y papel de “découpage” se trabajan con barnices y capas de acetato, se combinan con un par de cristales graduados o con filtro solar, ¡y listo! Así nacen las originales gafas de Paper & Paper, una firma de Zaragoza que aúna “upcycling” y las últimas tendencias en óptica.
Grandes gafas sesenteras de pasta, monturas estilo “cat eye” y marcos redondeados unidos por dos puentes conforman la colección de gafas de sol para esta temporada de primavera-verano. Más discretos son los diseños de su línea óptica, en la que renuevan con sus originales rellenos modelos clásicos como las gafas estilo “Wayfarer” o “Clubmaster” de Ray Ban.
Los papeles con los que se elaboran las gafas se cortan con un láser y se colocan a mano en las bases de acetato, lo que hace de cada modelo una pieza única e irrepetible.
Además, un mismo diseño se realiza con distintos papeles, dando lugar a versiones para todos los gustos: de periódico para los más serios, cómics en blanco y negro para los amantes del “vintage”, o cómics en color para quienes disfrutan llamando la atención.
El “upcycling” de Upcyclick
Quienes todavía no se creen que es posible ir a la moda usando piezas de segunda mano, seguramente cambien de opinión al conocer Upcyclick, otra firma de predica con el ejemplo.
Su objetivo es demostrar que las tendencias no son incompatibles con el respeto al medio ambiente. Solo hace falta un poco de ingenio, precisamente eso que le sobra a las 4 mujeres que componen el equipo.
Mariola Marcet, Marisa Sánchez, Mara Cozar y Arantxa Catalá son capaces de transformar prendas antiguas en auténticas joyas, que venden a través de su pagina web. Es decir, toda la oferta de Upcyclick está compuesta por prendas nacidas de la customización de otras que ya habían sido condenadas al olvido.
El mejor ejemplo es una chaqueta de traje color gris perla con matices azules, que han transformado en un “top” con escote cuadrado y manga tres cuartos. Una prenda romántica con un marcado acento francés, clavada a las que protagonizan “looks” de “fashionistas” como Alexa Chung.
Cada una de sus prendas es completamente única y en su descripción se detalla el impacto ambiental positivo que genera adquirir ese producto, en lugar de comprar uno nuevo. En el caso del “top” romántico, que seguro no tarda en desaparecer de su página, se ha ahorrado 4.640 litros de agua y se ha evitado la emisión de 8,95 kg de CO2.
“Jeans” con espíritu sostenible
Una de las prendas que más contaminación generan son los pantalones vaqueros. Las grandes cantidades de agua y energía que se necesitan para dar al algodón esa textura, junto a la toxicidad de los tintes, hacen que este básico de armario sea el enemigo número uno de la naturaleza, en lo que a moda respecta.
Por eso, es de agradecer que exista una marca de vaqueros sostenibles que, además, apuesta por la reparación continua de las prendas. Porque no hace falta comprar moda que haya nacido del reciclaje, también se puede reciclar en casa.
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