Moré, nuevo presidente de la Confederación de la Industria Textil en España, explica que una de sus misiones al frente de la patronal será fortalecer los vínculos del sector para actuar con unidad.
Josep Moré, con cuarenta años de trayectoria en la industria textil, se coloca ahora al frente de su patronal Texfor. Consejero delegado de la empresa de acabados Hidrocolor, el empresario explica que la industria textil debe volver a ponerse en valor para reforzar el sentimiento de pertenencia y para dirigirse a las instituciones. Moré asegura que el retorno de la producción es escaso, que desde la Administración no hay apoyo y que es difícil seducir al talento.
Pregunta: Texfor es ya una institución integrada, consolidada y armada…
Respuesta: Ahora, además de cambiar de presidente, también se ha nombrado una nueva secretaria general, Marta Castells, y se ha creado una nueva operativa, con un comité nuevo formado por personas que llevan Texfor en el ADN, pero también con gente nueva. Es muy importante incorporar gente nueva al equipo.
P.: ¿Cuál será ahora su misión al frente de la confederación?
R.: Tengo seis ejes de trabajo. El primero de ellos es fortalecer el sentimiento de pertenencia. Cuarenta o cincuenta años atrás, la función de la patronal era mucho más importante. Coger un avión era más complicado, como también lo era obtener información, y la patronal tenía un papel importante en todo ello.
“El primero de los ejes de trabajo es fortalecer el sentimiento de pertenencia al sector”
P.: ¿Y los otros ejes?
R.: El segundo es crear nuevos puentes de conexión con otras entidades, otras asociaciones y centros tecnológicos para cuestiones vinculadas con la formación o bolsas de trabajo; el tercero es poner en valor y defender ante la Administración a empresas enraizadas en el territorio; el cuarto, potenciar la formación para atraer al talento que hemos perdido durante la crisis, con voluntad de enamorar a los jóvenes en la universidad para que entren a formar parte de la familia del textil.
P.: ¿Qué más necesita el textil del país?
R.: Fortalecer su relación con Europa y atraer proyectos que le den prestigio y, finalmente, el sexto eje, realizar el trabajo más funcional de acompañamiento a ferias o congresos.
P.: Tras concluir el proceso de adhesión de las diferentes patronales bajo el paraguas de Texfor, ¿cómo se han fortalecido los vínculos de los diferentes subsectores del textil de cabecera en estos últimos años?
R.: Los vínculos son fuertes, pero deben terminar de fortalecerse aún más y dar paso a las nuevas generaciones. Estamos intentando atraer a gente nueva a la junta y al comité para poder tener una visión diferente.
“Los vínculos entre las empresas del sector son fuertes, pero deben terminar de fortalecerse aún más y dar paso a las nuevas generaciones”
P.: ¿Queda aún terreno por andar en este sentido?
R.: Tenemos que intentar actuar como sector, ayudarnos entre todos como sector. Debemos pensar en cómo enamoras a tus asociados, porque las maneras de hace treinta o cuarenta años ya no funcionan. Y para esto se tiene que pisar el terreno y las empresas. Necesitamos que los empresarios se aproximen entre ellos, que salgan de su castillo.
P.: El runrún de la relocalización persiste. ¿De qué manera regresa la manufactura en España?
R.: Regresa, pero poco. Pero sí tenemos empresas que son pioneras, sobre todo en textiles técnicos, y que además exportan muchísimo y han invertido. En cuanto a la moda, se busca un retorno en proximidad pero, el que regresa, lo hace a unos precios imposibles. En el textil, ahora, hay dos velocidades, la de los textiles técnicos y la de la moda, donde se trabaja con las grandes marcas de distribución, con márgenes tan pequeños que no permiten a las empresas subirse a la industria 4.0. Los gigantes de la moda exigen entregas, calidades y flexibilidad, pero por muy poco a cambio.
P.: No obstante, ¿es este retorno suficiente para activar a toda la cadena de valor en el país?
R.: No es suficiente. La industria se adapta a esta realidad diversificando, buscando otros caminos más allá de la moda. En el mundo de hace treinta o cuarenta años, el capital circulaba más, había más actores. Ahora, en cambio, está en manos de tres o cuatro. Pero no sólo en moda, también en alimentación o mobiliario. Al final, son unos cuantos grupos de poder que lo controlan todo. Y mientras compremos prendas low cost, tendremos salarios low cost. Y esto es una rueda que en algún momento tendrá que romperse.
“En moda, se busca un retorno en proximidad pero, el que regresa, lo hace a unos precios imposibles”
P.: ¿La unión de Texfor es representativa de una nueva era en el textil en España?
R.: No se si como tal, pero sí que hay empresarios que se ayudan entre ellos, creando sinergias de colaboración muy funcional. Quizás sea esta la única manera.
P.: ¿Por qué cree que el textil ha dejado de ser estratégico para el país, como si lo es la automoción o la siderurgia?
R.: El textil ha sido una moneda de cambio para muchos otros sectores y ahora está en muy mala posición. Y es en esto que ahora tenemos que trabajar para hacerlo atractivo de nuevo. La ayuda es importante, claro, pero lo hace falta es que las grandes marcas se den cuenta que aquí hay empresas potentes.
P.: ¿Falta ayuda por parte de la administración?
R.: Es una cuestión compleja. En Portugal, por ejemplo, se están construyendo fábricas nuevas en el textil y la confección porque hay un Gobierno detrás que ayuda. Pero aquí es más complicado. Ahora, nuestra misión es ponerlo en valor, porque si no somos invisibles.
“El textil ha sido una moneda de cambio para muchos otros sectores y ahora está en muy mala posición”
P.: Ahora estamos a las puertas de la Industria 4.0. ¿Hay voluntad de transformación e inversión?
R.: Igual que en el sector, también hay dos velocidades entre las empresas. Están aquellas que la aplican desde hace tiempo y otras que tienen problemas de inversión por una falta de visión de futuro. Sobre todo las empresas que trabajan en la moda no saben si tendrán trabajo dentro de quince días y esto provoca incertidumbre. El reto no consiste sólo en comprar maquinaria, también lo es en organización o si se necesita ayuda externa, de una consultora, por ejemplo.
P.: Para atraer talento, ¿cómo se compite con las tecnológicas o las grandes empresas?
R.: Nosotros vamos a los institutos a explicar qué es el textil hoy. Somos invisibles y debemos volver a ser atractivos. Las fábricas que trabajan con industria 4.0 tienen tecnología muy avanzada y que hace virguerías. Pero esto hay que explicarlo.
P.: Junto con la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), reactivaron el grado de ingeniería textil. ¿Funciona como cantera?
R.: Sí, pero los que se gradúan se los terminan quedando las grandes marcas y no llegan a la industria. Ahora tenemos que vendernos muy bien.
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